Paciente de Parkinson regresa a Alemania para segundo tratamiento con células madre

Martes, 15 de Junio de 2010.


Después de su primer tratamiento de Parkinson con éxito en 2008, el Sr. Phillips Aubra de Prescott Valley, Arizona, acaba de regresar a la Xcell-Center en Alemania para un tratamiento de seguimiento. El Sr. Phillips fue diagnosticado con Parknson en octubre de 1987. Está casado, tiene dos hijos y cuatro nietos. Recibió su primera terapia con células madre autólogas en el XCell-Center en diciembre de 2008 y la segunda en octubre de 2009.

Esta es su historia:

Empecé a notar temblores en la mano izquierda y empezando a perder el paso y arrastrar mi pierna izquierda tambien. Enseguida me diagnosticaron Parkinson cuando todavía tenía 36 años. Me había vuelto a casar un año atrás y fui capturado literalmente en el centro de la vida siendo todavía muy joven. A menudo tuvo que enfrentar las reacciones extrañas de personas que no estaban al tanto de mi enfermedad. Algunos pensaban que mi temblor venía de la privación de alcohol y me preguntaban si necesitaba otra cerveza e, incluso, una vez la policía me detuvo en el coche al suponer que estaba tomando drogas. Les llevó un par de horas para comprobar mi historial y todos mis medicamentos.

Aunque mi Parkinson avanzó, me mantuve activo y continué trabajando durante otros 15 años. Trabajaba con maquinaria pesada (bulldozer A) y con el tiempo, el trabajo llegó a ser demasiado peligroso. No era capaz de volver la cabeza y mirar detrás de mí por la rigidez. Me retiré en 2002.

Me sometí a un tratamiento palidotomía en el año 2000, que aunque elimino el temblor en mi mano derecha no pudo hacer nada con la coordinación que se perdió definitivamente. Solía caerme mucho antes de la palidotomía, lo cual también ha mejorado.

A pesar de este diagnóstico aplastante, me quedé una actitud positiva todo el tiempo. Mi esposa y yo habíamos decidido viajar lo más posible mientras yo estaba todavía en condiciones de hacerlo y vivir nuestras vidas en el presente, en lugar de esperar a la jubilación. Con los años, hemos conseguido ver una buena parte del mundo.

En algún momento de 2008 empecé a deprimirse y mi mano derecha también empezó a tener temblores. Me cansé de tomar la medicación y, en septiembre de 2008, se comenzó la investigación de la Internet sobre terapia con células madre adultas. El 10 de diciembre 2008 me sometí a mi tratamiento por primera vez en XCell-Center en Colonia.

Fue una experiencia espantosa para volar al extranjero para someterse a tratamiento, pero no me preocupaba mucho al no ver otra opción. Yo era feliz y tenía que hacer algo.

Progreso después de mi terapia con células madre.

Al ir a cenar una noche, mi esposa notó que no arrastraba los pies aunque yo no lo notaba tanto como ella. Pero muy pronto después de eso, ya iba, incluso, más rápido que mi mujer. Tenía una sonrisa en mi cara, tenía una expresión más locuaz, y recuperé la confianza. Antes del tratamiento solía agarrotarme, de pie en la esquina de una habitación sin poder moverse. Después del tratamiento con células madre ya no me agarrotaba. Mi letra ha mejorado y solía ser muy pequeña y estrecha.

Me sentía mucho mejor, mejoré de mi depresión y yo sólo quería seguir adelante; como ser liberados después de haber sido atados por un largo tiempo. Me subo a la liga de bolos de nuevo y tuve que aprender a cómo jugar de nuevo. Ahora, me voy de bolos con los individuos que tienen una edad promedio de 92 y aunque consiguen batirme estoy mejorando. Soy también voluntario del servicio forestal recogiendo la basura para mantener el bosque limpio. Voy de paseo con mi suegro vamos de caza y a pescar en barco.

Sin embargo desde hace unos meses estoy un poco dedaido y aunque los resultados del primer tratamiento son estables, he decidio realizar un segundo tratamiento con células madre para recuperar el animo.

En la vida he aprendido que la gente tiende a tener un montón de cosas por sentado. La enfernedad de Parkinson me ha quitado la mitad de mi vida pero yo la cuido como un tesoro. Como consejo a otros pacientes que esten valorando un tratamiento con células madre para el Parkinson, les diría: "No esperen un gran cambio. Si se trata de simples y pequeñas mejoras de eso se trata pues ya es un cambio en la dirección correcta ".